De la venganza que nos destruye y arruina la vida, al amor que nos hace libres e hijos de Dios. Esa es la propuesta del Evangelio. Jesús no nos propone una heroicidad, sino una liberación. Todo lo que le hacemos a los demás nos lo hacemos a nosotros mismos. “Nuestros enemigos” nos dicen y nos revelan cómo somos nosotros. Amarlos es amarnos y liberarnos de ellos. Si solo amas a los que te aman, no amas, ni te amas. Bendigamos al Señor que nos despierta a vivir y a ver las cosas y a las personas de otra manera, a verlas como las ve Dios. Y el mirar de Dios es amor, como nos dice San Juan la Cruz. Feliz domingo, día del Señor y de nuestro señorío. Un abrazo.