Testimonio #46 y #47: Visita del grupo de jóvenes al asilo

domingo, 27 de diciembre de 2015

Mi experiencia de hoy es que las personas no solo somos felices con regalos; también podemos ser mucho más dichosos con cosas muy sencillas. Y es que las personas mayores a las que visitamos ayer se pusieron muy alegres cuando les cantamos y no les dimos nada a cambio más que Amor, cariño, compresión y se pusieron muy contentas.

Jhanin, de Brújula

A mi me sorprendieron las sonrisas de los ancianos porque eran sonrisas auténticas y no por compromiso. Vi que de verdad nos lo agradecían con el corazón y me fije especialmente en una viejita que siempre se ponía a dar palmas. Natalia y yo mirábamos como, a pesar de estar allí y no con su familia, estaba feliz y nos seguía a todas las salas para oír los mismos villancicos. Simplemente con una canción era suficiente. Fui a darles alegría y ellos me la dieron a mí.

Sandra, de Brújula