Testimonio *23 - Viernes Santo

martes, 22 de abril de 2014


El viernes cuando me levanté me sentía rara, impaciente.. No sabía que podía ocurrir ,como me sentiría a lo largo del día... Era un día difícil para todos,el hijo amado muere en la cruz,da la vida por nosotros.


Desde la Pascua vivimos su dolor: ayunando, acompañándolo en sus últimos instantes hasta la hora nona. En  reflexión y oración abarcamos su agonía y también la de su madre - nuestra madre - sola en el silencio, desolada...durante la soledad de María pudimos ver a la mujer fuerte y decidida que tenemos como madre, cómo a pesar del miedo entregó su voluntad sin dudar a las manos de Dios, cómo a pesar del dolor tras ver a su hijo en la cruz mantiene la esperanza y nos acepta como sus hijos.

Otra de las cosas que más me gustó (e impactó) de este día fue poder participar durante unos momentos en la Pascua contemplativa, en ella ungimos el cuerpo de Jesús ya muerto en brazos de María.. limpiar sus heridas, sentir el dolor como propio...

Todo esto me hizo darme cuenta y comprender un profundo cambio personal así como preguntarme hacia donde voy, quién quiero ser o cómo es de grande mi amor... Estas y más preguntas rondaron mi cabeza entre la tristeza y dolor que envolvía al día  pero sin embargo  algo dentro de mi aún brillaba..... porque Dios vence a la muerte, porque el amor del Padre todo lo puede, ¿por qué entonces tener miedo en los momentos de debilidad si Dios siempre está con nosotros?

María del Mar, Sevilla