¿Estamos viviendo verdaderamente el día de miércoles santo como es? En mi experiencia este día es clave para la preparación de los tres días más intensos en la vida de Jesús, en sus días de conversión en el Señor y su ascensión al cielo. Creo firmemente que es el último día que tenemos los cristianos para vernos cómo estamos por dentro y de ver nuestra relación con Padre Dios.
El miércoles empezó como otro día en esta pascua misionera, con una oración comunitaria y una oración personal para sentarnos a ver ese amor que en estos días Jesús nos entrega amándonos hasta el extremo. ¡Toca ponerse a currar!
La preparación de la vigilia pascual es mi tarea. ¡Y qué tarea! Muy emocionados e ilusionados con la resurrección del Señor nos ponemos a preparar la mayor fiesta de un cristiano. Qué alegría ver cada parte de la celebración y ver cómo el amor y la alegría inunda el corazón para que esta fiesta sea de verdad alegría y gozo en el alma.
Una vez acabado el descanso del mediodía y donde el cansancio acumulado de estos días hace mayor presencia, toca preparar la resurrección de los niños de la prepascua. Montamos en la plaza un pequeño espectáculo para anunciar a la gente de la calle que Jesús es un Dios vivo, un Dios que resucita desde el amor y la fe. Y lo hacemos a través de unos corazones y un "flashmob" a modo de acción de gracia a Dios.
La mejor manera de preparar el triduo pascual. Esto me servirá para dejar que Dios muera en mí y con su muerte desaparezcan mis cruces, problemas y preocupaciones, ya que en su resurrección nacerá el hombre nuevo que vuelve a la vida. Gracias Señor por esta preparación desde el servicio la entrega y el amor.
Pablo, Gran Canaria