HOJA PARROQUIAL 280

domingo, 5 de marzo de 2023

Nunca vemos las cosas como son, solo vemos las formas, las etiquetas, la superficie, las apariencias. Por eso juzgamos, porque no vemos. Todo lo vemos y lo interpretamos a partir de nuestras creencias. Y ¡así nos va! La realidad, la verdad, la vida, las personas, no pueden estar limitadas por nuestras creencias, ni por nuestro modo de ver y pensar. Hay que ir más allá. Es lo que contemplamos en este relato de la Transfiguración. Jesús es rechazado, entonces y ahora, porque no entra en nuestras formas de pensar, no entra en nuestras creencias religiosas y, en nombre del mismo Dios, entonces, y del mismo Jesús, ahora, se le rechaza. Jesús no es lo que parece ser. Hay que subir a la montaña (a la contemplación) ligeros equipaje y ver más allá de las formas. Esto vale para Jesús y para nosotros. No somos lo que parecemos ser. ¡Qué buen trabajo de Cuaresma! Una vez que entremos en lo que realmente somos, tenemos que volver al “valle, a la vida cotidiana, con nuestra forma de siempre, pero “transformados” en lo que realmente somos: Hijos de Dios. Ante la transfiguración podríamos aplicarnos las palabras de Teresa de Jesús en el libro de su vida: “Quien tuviere experiencia lo entenderá, y verá que he atinado a decir algo; quien no la tenga, no me extrañaría que le parezca todo un desatino”. Feliz día del Señor. Un abrazo.