El Nacimiento de Jesús fue de esta manera… Todo es nuevo y sorprendente, porque así es Dios. Nuestras creencias y nuestra mente religiosa, como la de José, con frecuencia nos impiden ver la Novedad del Espíritu. Para nuestra mente, como para la de José, las cosas tienen que ser de otra manera, a nuestra imagen y semejanza. La Natividad, el nacimiento del Señor, siempre será a la manera del Espíritu Santo. José despertó y, dejando su modo de ver, acogió la visión de Dios y acogió lo que antes, según su modo de pensar, rechazaba. No solo eso, sino que es él el que le pone el nombre a la Novedad: Jesús, o sea, salvación. ¡Que despertemos y en todos los acontecimientos podamos acoger la presencia, siempre desconcertante, novedosa y salvadora de Dios! ¡Hay que nacer de nuevo! Feliz domingo.
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