¡Contemplar el trigo! Nos dedicamos mucho a quitar y poco a contemplar.
Lo que Dios siembra tiene potencialidad, aunque sea pequeño. Esta fuerza
del reino está sembrada en nosotros, en la Iglesia y en la sociedad.
Lástima que perdamos en tiempo en estar pendiendo de arrancar y no de
ver lo que somos. Es un buen momento para cambiar y disfrutar del trigo
que hay en nosotros y en los que nos rodean.
Feliz Domingo