Sin respiración, sin aire, sin aliento, no es posible la vida. El
Espíritu Santo es el aliento, es el aire, es el que hace posible la
Vida. Respíralo en el silencio, cae en la cuenta de que está en todo tu
ser, déjate llevar por ese viento. Que todo fluya, que se rompan las
puestas y salgan los miedos. El es el creador, el que aletea en nuestro
"caos" y lo convierte en cosmos, en armonía, en belleza. El es la fuente
de la alegría, de la comunión. Que se mueva en nosotros y nos cure de
tanta desconfianza. Todo es posible, porque todo es obra del Espíritu
santo.. Feliz Pentecostés
Un abrazo