Siendo muy sincera, la Prepascua del 2017 no
me daba buenas impresiones; la sede donde se realizaba no era el colegio tan
maravilloso que yo conocía, tampoco iban a ir los mayores del grupo y su
ausencia se notaría y por último iban personas que no conocía de absolutamente
nada y me imaginaba que el encuentro no sería tan familiar como suele ser otras
veces. Todo apuntaba a que me iba a negar a ir; aunque casi, me apunté el último
día arriesgándome a pasármelo bien o tener la peor experiencia de mi vida. Ya con
la PPSQ en marcha, dejé mi sentimiento de arrepentimiento a un lado, pero veía
la experiencia algo diferente. ¿Dónde estaba el Domingo de Ramos? ¿No hay ramos?
No le veía ningún orden a la prepa y eso me hacía pensar que no sería la peor
pero si una muy “cutre”. Unos meses atrás había tenido un roce con el cura,
para nada grave, una estupidez, pero me sentí mal y ya no sabía con quien
hablar y decirle que la Prepascua no estaba pasando por mí, necesitaba ayuda. No
iba a dejar que la PPSQ no pasara por mí por 3ª vez consecutiva. No veía a Dios
por ningún lado, ni en las dinámicas ni en las celebraciones, y por lo que veía
la gente lo encontraba, tanto que lloraba y todo. Eso no quiere decir que no me
gustasen las dinámicas porque me encantaron, me hicieron reír y disfrutar
aunque fuera sin ver a Dios. Sólo había un momento en el día en el que yo
lograba sentir a Papá Dios, y ese era el tiempo personal. Conseguía pasar, por
unos minutos, profundamente por la PPSQ, me hacían reflexionar sobre mi fe y mi
vida.
¿Jud as? ¿Pedro? Yo no
niego a Jesús al igual que Pedro, yo le vendo como hizo Judas; siempre nos han
hecho pensar que Judas es el malo, pero todos, seamos Pedro o Judas hemos hecho
algo muy feo al Señor. Y ver tantos momentos de mi vida en tan solo 5 sobres me
hizo alegrarme pero sobre todo porque vi que el Creador me había (y sigue) acompañado
durante los momentos más felices de mi vida y también en los de soledad.
Cuando nos pusieron el video de la pasión y
muerte de Cristo, me impresionó el sonido, era muy fuerte escuchar todo eso. Los
gestos de darse la vuelta si éramos Pedro o besar el pómulo de Jesús si éramos
Judas, lavarnos las manos como Pilato,… en general todos los gestos eran muy
bonitos y me llegaron, me gustaron bastante. Tuve la suerte de poder hablar con
José María el penúltimo día, le contaba que solo sentía al Padre en los tiempos
personales y me sentía algo mal, como que había hecho mal algo. Su respuesta me
impresionó, me bendijo porque verle allí era suficiente y maravilloso, que
diera las gracias, que estaba genial. Y para concluir, me fui de esta
encantadora experiencia con una gran sonrisa en la cara, dentro de mí sentía que
esta era mi primera PPSQ en la que veía a Dios en ella.
¡Menos mal que me arriesgué! Al llegar a mi
casa, me di cuenta de que había un sitio más donde había visto a Dios, en los
compañeros, en los niños, en los APJs, en todo aquel que me rodeaba allí lo
veía. Muchísimas gracias a todos los APJs y miembros de la comunidad por haber
hecho tan preciosa Prepascua, de corazón.
Gara (Brujula)