Desde tiempos inmemoriales, la
Iglesia Católica ha venido propugnando sobre la necesidad o sólo de leer, sino
de reflexionar en torno a las sagradas Escrituras. De esta forma surgió la Lectio Divina, expresión utilizada por
primera vez por Orígenes (aprox. 185-254), considerado Padre de la iglesia
Oriental, quien afirmaba que para leer las escrituras es necesario hacerlo con
atención, constancia y oración.
Así la Lectio Divina es una buena
metodología de oración y reflexión para tener una forma o actitud receptiva y
reflexiva de lo que Dios no quiere decir mediante la Palabra.
Partes de la Lectio Divina
LECTIO
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MEDITATIO
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ORATIO
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CONTEMPLATIO
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¿Qué dice el texto?
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¿Qué me dice el Señor con su Palabra?
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¿Qué le digo al Señor movido por su Palabra?
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¿cómo cambia el texto mi mirada acerca de la
realidad?
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Simplemente leer el texto, subrayando o poniendo
de relieve alguna parte del mismo
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Que quiere decirme Dios con el texto en cuestión
y que reflejo puede tener en mi vida
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El hombre mantiene un dialogo con Dios a modo de
respuesta
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Esto nos debe llevar a la conversión y a dar
testimonio de Jesús
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De esta forma, viendo todas y
cada una de las partes que componen la Lectio Divina, el mensaje de Dios interpela mi vida, suscita la oración, motiva a la
conversión y nos lleva a la acción.