Si por algo se crearon las parroquias, fue para acercar la Iglesia a los fieles en su vida común. Generalmente, las parroquias se definen por un territorio en el que un Sacerdote es designado como Párroco, ya que dirige espiritualmente a la comunidad parroquial.
Las parroquias, que podemos encontrar en otras confesiones cristianas, destacan por hacer Iglesia en la cotidianeidad de nuestra propia vida, oficiándose no sólo la misa dominical, sino bautismos, comuniones, funerales, etc. En su momento llegó a tener tanta influencia que el párroco solía mediar en conflictos de toda índole en busca de la Paz entre sus fieles. Cabe destacar que la unión de varias parroquias forman lo que se denomina como arciprestazgo.
A día de hoy, la parroquia sigue destacando por unir a todos sus fieles en lo que es la gran comunidad parroquial; aquella que nos une en torno a Jesús.
