LA LLAMADA DE SAN ANDRÉS

jueves, 26 de noviembre de 2015

Imagínense encontrarse en la Galilea del Siglo I. Un grupo de pescadores está faenando; la recogida ha podido ser buena o mala, pero en lo mucho o en lo poco es tu trabajo. Es en ese momento cuando oyen una voz suave, pero firme, que les dice: “Seguidme y os haré pescadores de hombres”.






Esto le pasó a Andrés, que faenaba con su hermano Pedro, en la que había sido su profesión de toda la vida. De repente, sin previo aviso, un hombre le decía que dejara absolutamente TODO para seguirle sin reservas. Algo insólito. No sabemos lo que se le debió pasar por la cabeza a ese pescador cuando oyó esa  voz, pero, no obstante, la siguió sin vacilar. 

Tiempo después, Andrés comprendería lo que significaban esas palabras y que por el Espíritu Santo un grupo de personas acabarían siendo bautizadas por el mismo en nombre de aquel que le dijo que sería “pescador de hombres”. 

Andrés, que fue crucificado en forma de X y tiempo después sería canonizado por la Iglesia Católica, es uno de los muchos hombres que siguieron a Jesús sin reservas; sin pedir nada a cambio. Sintieron la Fuerza del Espíritu de Santo con ellos; dejaron todo (trabajo, sustento, quehaceres diarios) por seguir al Hijo de Dios ¿Y tú estarías dispuesto a hacer lo mismo?