Testimonio *26 - Ejercicios Espirituales del último fin de semana en Güimar

jueves, 1 de mayo de 2014

Los ejercicios espirituales han sido culmen de una cuaresma muy delicada y una Pascua que me interpelaba al compromiso. Es curioso cómo la propia iglesia, a través de mi comunidad y de los sacerdotes, me fue invitando a ser dócil a las cuerdas de ternura que en Oseas se nos indica que Dios utiliza para atraernos. Solo cuando te “rindes” a su voluntad, a la entrega sin límites, te encuentras con el Señor de Emaús. Y así va siendo nuestra vida: rendirnos al amor de Dios para no atarnos a nada de nuestros caprichos. Supongo que ese salto al vacío es el que experimentan los consagrados con el voto de la obediencia. Y qué dulce es saberte tan amado, que vas perdiendo el miedo al futuro, que vas sintiendo que Alguien muy grande te sostiene y sostiene tu vida entera: tu familia, tu matrimonio, tu comunidad… Y este amor tan grande siempre compromete como consecuencia, pero nunca como exigencia: ¡qué paz!, pues no debemos nada salvo ser gradecidos. Que Dios nos bendiga con el don de la fe.

Elvira, perteneciente al grupo de Seglares Claretianos