El fin de semana pasado tuve el honor de ir con el Padre
Serapio Sajeras cmf al Encuentro Interprovincial de Parroquias Claretianas. El
tema de este encuentro fue la Parroquia Samaritana. Resumir en pocas palabras
lo vivido allí es muy complicado y más cuando un encuentro de este tipo lo que
hace es, como dice nuestro párroco, “abrirte los ojos a una cosa que ya existe,
pero como estamos con las orejeras, no las vemos” . Intentaré por lo menos
plasmar en unas pocas líneas las claves para que una parroquia se pueda definir
como samaritana; personalmente pienso que la Parroquia del Pilar está en el
buen camino.
1.- Espiritualidad:
El que una parroquia se decante por ocuparse por los pobres, los que son
víctimas de la injusticia, los que están solos, en definitiva, “a uno de estos mis
hermanos más pequeños…” como dice el Evangelio, tiene que nacer
directamente de haber bebido de la fuente, que no es otra que la palabra de
Dios.
2.- Planificación:
Es compleja, se comienza sensibilizando a la comunidad, cosa que en nuestra
Parroquia del Pilar se ha hecho toda la vida, con lo cual tenemos un paso
ganado. Para planificar se hace también desde la palabra de Dios, hacer un
ejercicio de escuchar la voz de Dios en el grito de los hombres y mujeres y concretar qué acciones concretas se van a
llevar a cabo; y divulgarlas a toda la comunidad para dar opción a que todo el
mundo se involucre.
Una parroquia Samaritana ha de ser una parroquia cercana a
las personas, un espacio de compasión y compromiso y que consigue que las
personas que se acercan, sean felices… recordad, la alegría del evangelio.
3.- Cáritas y
Pastorales: Cáritas, la pastoral de enfermos, la pastoral penitenciaria, la
pastoral del mar y todas las acciones socio caritativas de la parroquia deben
estar coordinada, debe haber flujo de información, no solo en el Consejo
Pastoral Parroquial, sino en la iglesia, en las misas… La información tiene que
llegar. En particular, Cáritas tiene que ser el cauce de la acción de la
comunidad eclesial.
4.- Tiempo,
actitudes…: Por último un par de recomendaciones, trabajar con los pobres
requiere tiempo, no podemos pretender que salgan de dónde se encuentren ya, hay
que acompañarlos. No podemos atender al pobre desde una situación de
superioridad sino de igual a igual pues somos hermanos, no podemos criticar las
actitudes del pobre porque, es una persona libre y digna, hay que hacer que
“desaprenda” sus malas actitudes y aprenda a no hacerse daño, y eso requiere
tiempo.
Carlos Jorge. Equipo
de Cáritas de la Parroquia del Pilar.