El Pilar: Una Parroquia Samaritana

sábado, 22 de marzo de 2014

El fin de semana pasado tuve el honor de ir con el Padre Serapio Sajeras cmf al Encuentro Interprovincial de Parroquias Claretianas. El tema de este encuentro fue la Parroquia Samaritana. Resumir en pocas palabras lo vivido allí es muy complicado y más cuando un encuentro de este tipo lo que hace es, como dice nuestro párroco, “abrirte los ojos a una cosa que ya existe, pero como estamos con las orejeras, no las vemos” . Intentaré por lo menos plasmar en unas pocas líneas las claves para que una parroquia se pueda definir como samaritana; personalmente pienso que la Parroquia del Pilar está en el buen camino.

1.- Espiritualidad: El que una parroquia se decante por ocuparse por los pobres, los que son víctimas de la injusticia, los que están solos, en definitiva,  “a uno de estos mis hermanos más pequeños…” como dice el Evangelio, tiene que nacer directamente de haber bebido de la fuente, que no es otra que la palabra de Dios.

2.- Planificación: Es compleja, se comienza sensibilizando a la comunidad, cosa que en nuestra Parroquia del Pilar se ha hecho toda la vida, con lo cual tenemos un paso ganado. Para planificar se hace también desde la palabra de Dios, hacer un ejercicio de escuchar la voz de Dios en el grito de los hombres y mujeres  y concretar qué acciones concretas se van a llevar a cabo; y divulgarlas a toda la comunidad para dar opción a que todo el mundo se involucre.

Una parroquia Samaritana ha de ser una parroquia cercana a las personas, un espacio de compasión y compromiso y que consigue que las personas que se acercan, sean felices… recordad, la alegría del evangelio.

3.- Cáritas y Pastorales: Cáritas, la pastoral de enfermos, la pastoral penitenciaria, la pastoral del mar y todas las acciones socio caritativas de la parroquia deben estar coordinada, debe haber flujo de información, no solo en el Consejo Pastoral Parroquial, sino en la iglesia, en las misas… La información tiene que llegar. En particular, Cáritas tiene que ser el cauce de la acción de la comunidad eclesial.

4.- Tiempo, actitudes…: Por último un par de recomendaciones, trabajar con los pobres requiere tiempo, no podemos pretender que salgan de dónde se encuentren ya, hay que acompañarlos. No podemos atender al pobre desde una situación de superioridad sino de igual a igual pues somos hermanos, no podemos criticar las actitudes del pobre porque, es una persona libre y digna, hay que hacer que “desaprenda” sus malas actitudes y aprenda a no hacerse daño, y eso requiere tiempo.




Carlos Jorge. Equipo de Cáritas de la Parroquia del Pilar.