El 24 de Octubre la Iglesia celebra a San Antonio María Claret, fundador de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (los misioneros Claretianos). Claret experimentó un milagro eucarístico impresionante: se convirtió en Sagrario Viviente por un designio de Cristo.
San Antonio María Claret dejó escrito en su autobiografía que un 26 de Agosto de 1861, mientras estaba en oración, el Señor le "concedió la gracia grande de la conservación de las especies sacramentales y tener siempre, día y noche, el Santísimo Sacramento en el pecho".
Esta gracia le permitió mantener el Santísimo Sacramento en su pecho día y noche, sin que las especies se degradaran. Dicho acontecimiento extraordinario y milagroso no era visible ni palpable para el resto de seres humanos, ya que sólo Claret la experimentaba de forma intima con un gran recogimiento y gozo.
El que en aquel 1861 era ya confesor de la reina Isabel II de España vivió este milagro continuamente durante nueve años (hasta su fallecimiento el 24 de Octubre de 1870) la conservación de la Santas Especies Sacramentales cerca de su corazón, las cuales se mantenían hasta el momento que fuera nuevamente a comulgar.
