"Convertios y Creed en el Evangelio" (Mc1, 15)
"Acuérdate que polvo eres y al polvo volverás" (Gn 3, 19)
Con la imposición de la ceniza, comienza la Cuaresma y, como tal, la preparación para la Pascua.
Para tener un muy buen tiempo de Cuaresma tenemos que tener en cuenta los tres pilares fundamentales que deben llevar a cabo todos los Cristianos:
- Ayuno ("Cuando ayunéis, no aparezcáis tristes" Mt 6, 16): no sólo desde un punto de vista físico con el alimento, sino un ayuno de nuestros egoísmos, vanidades, odios, perezas, vanidades y de cualquier otra impureza que nos aleje de Dios.
- Limosna ("Cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha" Mt 6, 2-3): no sólo desde un punto de vista material o económico, sino una limosna que consista en ayudar al prójimo, aconsejar, pedir perdón perdonar, pasar un tiempo de calidad con el prójimo, etc.
- Oración ("Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque a ellos les gusta el orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" Mt 6, 5-6): sin un tiempo de Paz y conversación con Dios, los otros dos pilares no tendrían sentido. Es necesario hablar con el Señor para buscar una conversión de nuestro corazón para hacerlo más puro, más limpio. En definitiva, acercarnos a Dios.
