Parábola de los dos hombres que fueron al templo a orar: Uno era muy “religioso” y “muy bueno” y otro, “un pecador” y "muy malo"... . Es el juicio superficial que hace el "hombre religioso" en su oración: se describe a sí mismo y al otro ¡Que peligrosa es la mente religiosa! ¡Siempre juzgando! ¿Dónde está la clave? Está en el motivo de la parábola: algunos que estaban plenamente convencidos de estar a bien con Dios y despreciaban a los demás.
No necesitamos ni méritos, ni rezos, ni perfecciones...sino gratitud y gratuidad. La oración es conectar con la Fuente de lo que realmente somos: Plenitud, Hijos de Dios,.. Seamos humildes y aceptemos lo que somos, gocemos y dejemos de juzgar. Feliz domingo
Un abrazo.