"Soy Rey, pero mi realeza no pertenece al orden de cosas de este mundo". Esta es la clave para entender la identidad de Jesús y la nuestra. Dentro de nosotros está el "poder", la grandeza, el honor, la gloria, la majestad que nos posibilita el desplegar todo lo que somos en el servicio, en el amor incondicional, en el perdón, en el ver las cosas de otra manera y, sobre todo, en dar la vida (que solo la puede dar el que la tiene). ¡Despertemos! Si no somos conscientes de esta “realeza”, entonces, le daremos el poder a los acontecimientos, a los personajes, al falso ego que nos domina, nos tiraniza, nos quita la vida y nos da el “poder” de tiranizar y dominar. ¡SOMOS UN PUEBLO DE REYES! Pero no a la manera de este mundo. Es un día propicio para despertar a lo que somos y soltar nuestros falsos poderes. ¡Disfrutemos de nuestra identidad! Es el día de Señor y de nuestro Señorío. Un abrazo.
