HOJA PARROQUIAL 222

domingo, 24 de octubre de 2021

Cuando Jesús iba caminando con mucha gente, el ciego Bartimeo estaba sentado. Oyó que era Jesús el que pasaba y se puso a gritar ¡Jesús, ten compasión de mí!  Y aunque le decían que se callara, el gritaba más fuerte. Ante esta insistencia Jesús se detiene y lo llama. El ciego se levanta, deja el manto, y va a Jesús brincando. Jesús le pregunta ¿Qué quieres? Señor, que recupere la vista. ¡Impresionante!
Jesús sigue caminando… ¿Cómo estamos nosotros? ¿Sentados? ¿acostumbrados a nuestra ceguera? ¿cómodos y tranquilos con las limosnas que nos da la vida o la religión?... Vamos a comenzar el Sínodo. Se nos invita a reconocer nuestras cegueras, a gritar, a escuchar la llamada de Jesús y a levantarnos, dejar lo viejo y brincar hacia él. Sabemos la petición de ciego y la respuesta de Jesús y sabemos, que, al recuperar la vista, le siguió en el caminar. ¿Y ahora? ¡Ahora nos toca a nosotros vivir esta historia, porque es nuestra historia, y la historia de la Iglesia! ¡Animo! ¡el maestro te llama! Feliz domingo. Un abrazo.