¡Es fascinante la novedad! Las creencias, lo de siempre, nos impiden conectar con ella. En un pueblo desconocido y en María, una mujer sencilla, se desvela el poder de Dios y la grandeza humana. En un profundo silencio (la Palabra nace siempre del silencio), con María, escucha: ¡Alégrate! … y la causa de esta alegría es que Dios está presente, contigo. Todo es gratuidad. ¡No tengas miedo! Acepta a Dios que se regala. Es Él el que tiene la iniciativa. No hace falta entenderlo, sino contemplarlo y estar presente y, como en María, surja la Palabra más sabia de toda la historia de la humanidad y que todo lo puede cambiar: ¡¡HÁGASE!! Así todo es posible. Se acabó el “tener que hacer”, comienza el “dejar hacer”. La humanidad es el camino de la revelación de Dios ¡Esto es inmenso! ¡Todo está bien! ¡Hágase!
¡Feliz Novedad! ¡Feliz Navidad!