Este Domingo, final de año litúrgico, fiesta de Cristo Rey de Universo,
se nos abre un camino de sabiduría: es posible acceder a Dios. No en
las creencias, ni en el templo. El camino es el hermano. Para nuestra conversión
pastoral: Demos gracias a Dios por ser tan accesible y no nos deje caer
en la tentación de la "complicación" religiosa.
También nosotros somos esos "pequeños" en los que Jesús está presente. Despertemos a esta gran novedad de siempre.
Feliz Domingo.
Un abrazo.