Jesús es un hombre transfigurado, o sea, transparenta la presencia
de lo divino. Lo hace en la montaña, (símbolo del encuentro) y lo hace
en el valle, en la vida ordinaria transparentado en su humanidad a Dios
con su acogida, su misericordia, su bondad, su compasión, su
autenticidad, su integridad y coherencia, su libertad, su vivencia de
Dios... Montaña y valle en una unidad. Esa es nuestra identidad. Feliz
domingo día de la transparencia.
Un abrazo