La PPSQ '16, como todas, será inolvidable. De ella he sacado la conclusión de que en ciertos momentos de nuestra vida por los motivos que sean, nuestra fe puede decaer o hasta morir; ya estamos advertidos, por lo tanto, cuando llegue ese momento, que llegará seguro, podremos darnos cuenta, o no, y abrirle, o no, la puerta de nuestra vida a Dios para que nos ayude a mantener la fe.
Creo que lo vivido en la Prepa debe ponerse en práctica en nuestra vida cotidiana. Hablando de vida, hay una puerta especial llamada "MI VIDA" . He decidido llamar al que arregla las puertas, que no son las cerraduras, para que cambie el resto de mis puertas, "MIS AMIGOS", " MI FAMILIA", "MI CLASE"..., por puertas correderas. Pero me he hecho un dibujo mental, con el cual he llegado a la conclusión de que si no abro la puerta de "MI VIDA", la única que no cambie, Dios no podrá entrar a la relación con mis amigos o con mi clase. Entonces, la cosa se complica ¿no?.
Pues si no sabes si abrirle o no, ¡escríbele una carta! y mándasela a través de la oración, seguro que te responde, pero, puede que no sea escrita sino representada en algún gesto, persona o comentario. Imagínate que le dijiste que querías que entrara a tu relación familiar, que va muy mal, pero no sabes cómo abrirla, osea, empezar el arreglo. Puede ser que Él te responda con una llamada de tu madre o dándote fuerza de voluntad para ir y solucionarlo.
Bueno, en resumen, nuestra fe, si no se cuida puede morir. La puerta de "TU VIDA" es la primera puerta, creo yo, que debes abrir y que si escribes una carta a Dios, Él de alguna forma te responderá.
¡¡Gracias PPSQ '16!!
Gara, de Brújula