Las tentaciones en el desierto

domingo, 31 de enero de 2016

El que Jesús fuera al desierto para ser tentado por el diablo no es casual. El desierto no es más que un lugar inhóspito. Allí Cristo se encontró en medio de la adversidad que supone un desierto y sería en esa mencionada adversidad en la que hizo ayuno durante 40 días y 40 noches donde se encontró con el tentador. Pero ¿Qué nos quiere decir las escrituras con este pasaje?
Las tentaciones siguen tres patrones que son comunes para todos los seres humanos: 
La primera tentación tiene que ver con los deseos de la carne (Mateo 4:3-4), lo que incluye toda clase de deseos físicos. Jesús esta hambriento y el diablo, sabiendo de su poder, le dice que convierta las piedras en pan. Sin embargo, Jesús le responde citando Deuteronomio 8:3: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" en base a que las urgencias físicas pueden desaparecer, mientras la palabra de Dios es Eterna. 
La segunda tentación concierne al orgullo de la vida (Mateo 4:5-7). El diablo le dice que se tire del templo, puesto que sus ángeles como es hijo de Dios le recogeran, citando, además, el Salmo 91:11-2: "Que te ha encomendado a sus Ángeles, los cuales te tomarán en las palmas de sus manos para que tu pie no tropiece contra alguna piedra", pero Jesús responde con la Escritura de manera opuesta, haciendo referencia al Deuteronomio 6:16: "No tentarás al Señor tu Dios", declarando que es un terrible error abusar de sus propios poderes.
La tercera tentación es respecto al deseo en si mismo (Mateo 4:8-10). Si hubiera una ruta rápida por la que el mismo pudiera cumplir su misión, evitando la pasión y muerte para la que Él vino. Así el diablo, le dice: "
le subió el diablo a un monumento muy encumbrado y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. Y le dijo: todas estas cosas te daré si, postrándote delante de mí, me adoras", pero el Señor replica que se aparte de él con una frase que ejemplifica todo el pasaje y que tiene su punto culminante al final de éste: "Apartarte de ahí Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él sólo servirás". 
Las respuestas de Jesús no es más que un ejemplo de cómo hemos de responder frente a las tentaciones diarias. Sólo con un Corazón Puro y con el Escudo de la Palabra podemos hacer frente al pecado.