¡Que gran día pasamos en nuestra querida Parroquia! Como colofón final, a un Octubre Misionero , lleno de actividades y experiencias, en la Eucaristía celebrábamos un triple motivo de alegría: la Festividad del Padre Claret, nuestro padrito, una Acción de Gracias por la reciente beatificación de 16 mártires claretianos y el envío de los Agentes de Pastoral de la Parroquia a sus distintas misiones.
Con una procesión solemne comenzaba esta fiesta. El cuadro de nuestros beatos, seguido de 16 velas rojas, representando a cada uno de ellos y siendo portadas por los distintos grupos parroquiales, mientras todos cantábamos el himno a los mártires claretianos, fue entronizado a los pies del altar para presidir desde allí el resto de la celebración. Fue símbolo de lo que vino ocurriendo después, una Parroquia, una Familia unida y misionera que celebra con entusiasmo sus fiestas.
La Palabra, enviándonos a misionar también a nosotros, a comprobar en persona, como AMAR MERECE LA VIDA. El envío de los Agentes de Pastoral, de todas esas personas que día a día, van dejando un poquito de su vida en cumplir con esta tarea. Una homilía sentida, muy significativa, con canto incluido, que nos trasladó aún más si cabe a la vida y ejemplo de quienes hoy festejábamos.
Nuestra querida Parroquia del Pilar, vibró, con emoción hasta el último canto de la misma y con un espontáneo y sonoro ¡VIVA EL PADRE CLARET!
Como la familia que somos, a continuación, celebramos un ágape, en el que compartir, comentar, ponernos al día, festejar... Son días en los que al terminar, mientras se recoge el patio, o se termina de limpiar la última esquinita tarareando canciones de la Eucaristía, uno sólo puede dar gracias por cada uno de los miembros de nuestra comunidad parroquial.