Testimonio #08 - Convivencia con PJV

miércoles, 8 de mayo de 2013


María, esa persona de la que sólo nos acordamos cuando le rezamos al terminar la misa, pero tan importante como Dios o Jesucristo, quien dio la vida por nosotros y por el simple motivo de que nos amaba. Tan importante que si no hubiese sido por ella, ahora mismo nosotros no tendríamos una parroquia a la que asistir todos los sábados, no tendríamos un grupo de vida, ni a Jesús como modelo de vida, ahora mismo, nosotros seríamos simples individuos que no buscan el bien como único camino.

Por eso, la convivencia que vivimos el sábado pasado fue importante para los jóvenes, porque no sólo reímos, nos divertimos o conocimos a gente como nosotros, sino que nos ayudó a recordar a María, esa persona que le dijo “Sí” a Dios sin importarle nada más que la voluntad del Señor. Pero también nos ayudó a tener más en cuenta que si no llega a ser por ella nada de esto podría haber pasado, y que gracias a ella, el cristianismo también llegó a las islas.

Pudimos debatir qué era para nosotros el término “discípulos” y serlo por unos minutos. Dejando nuestra huella en una mala acción, aprendimos lo necesario para ser un buen misionero, las cosas necesarias que se necesitan para ayudar a la gente y llevar la buena noticia a todo el mundo. Pero lo más importante es que lo vivimos todos juntos con el equipo de PJV, que preparó todo esto por y para nosotros.

Cristina Garrido, 16 años, perteneciente al grupo de catequesis de Vuelo