Los que estén sin pecado… Cuando nuestras “creencias” nos ciegan, juzgamos
y condenamos. Solo el que está despierto ve las cosas de otra manera.
Los acusadores vienen de la “religión” de la ley y condenan, ven a una mujer "pecadora”. Jesús viene del “monte”, ha estado en comunión con el Padre y ve a una mujer que sufre. Son dos miradas y
son dos maneras de estar en la vida (y en la Iglesia). Jesús no
discute, solo pone delante de ellos ,y de nosotros, un espejo para que
al mirarnos, soltemos las “piedras” acusadoras y en lugar de
“escabullirnos, permanezcamos en la escena con OTRA MIRADA. Soltemos también las piedras que tiramos a "nuestro propio tejado". Feliz domingo, no te acuses, déjate mirar. El mirar de Dios amar. Un abrazo.