"Querido Teófilo..."

martes, 18 de octubre de 2016

"En mi primer libro, querido Teófilo, traté de todo lo que hizo y enseñó Jesús desde el principio” (Hch 1,1)
Así comienza el libro de los Hechos de los Apóstoles, la que podemos considerar la continuación del Evangelio de San Lucas, atribuido a Lucas, del cual la tradición nos dice que es médico y discípulo de Pablo de Tarso. 


Todo en torno a su vida se basa en tradiciones antiquísimas como que cuya educación griega y que probablemente pasó la triste diàspora judía. Muchos teólogos afirman que su Evangelio no se base en creencias o escritos anteriores, sino cual investigador, buscó las fuentes directas que correspondían básicamente en el testimonio e la Virgen María (de ahí que todo el misterio de la encarnación e infancia sea contado desde el punto de vista de la madre de Jesús) y los apostoles con los cuales compartiría vivencias durante las misiones. Y sobre Teófilo, a quien van destinados los escritos de Lucas  ¿Quién era?


Desde un oficial romano cristianizado a un judío de Alejandria, las teorías provienen en muchos casos de la tradición copta, pero hay una interpretación desde un punto de vista más alegórico: Teófilo no era una persona. Etimológicamente la palabra Teófilo en griego esta conformada por Teo significa "Dios" y filo "Amigo" o "Amado". Así en el Evangelio y los Hechos, Lucas se dirige a toda persona que sea el "Amigo de Dios" o "Amado de Dios" .