HOJA PARROQUIAL 85

domingo, 18 de febrero de 2018

Después del bautismo Jesús es empujado por el Espíritu al desierto. Jesús es el hombre que vive impulsado por el Espíritu. El desierto es el lugar donde se revela el hijo de Dios. Es la imagen de nuestra vida. Lo decisivo no son las "alimañas o los ángeles", los decisivo es quien nos EMPUJA: ¿nuestro espíritu (nuestro modo de ver y pensar) o el ESPÍRITU DE JESÚS? ¿El Ego o el Espíritu? Esa es la tarea de estos "cuarenta días": Discernir quien nos empuja. Dejémonos guiar por el Espíritu: La oración, la Palabra, la misericordia (limosna), el desapego (ayuno)...Al final estaremos más libres, más despiertos y más ligeros"  de equipaje"  para proclamar LA BUENA NOTICIA. Eres el HIJO DE DIOS, ESTÁS EN BUENAS MANOS. Feliz Domingo.
Un abrazo.